4 de julio de 2013

La Mamá de Babai



Hace no mucho hablábamos en Facebook de la Mamá de Babai, de lo mucho que significaba para nosotras y de las grandes cosas que sabía hacer, muchas de las cuales nos ha transmitido a nosotras. No queremos repetirnos, pero por si acaso alguien ese día se lo saltó, retransmito punto a punto lo que dijimos:




Entre todas ellas, hoy queremos enseñaros una especial, porque forma parte de ella, y porque para nosotras constituye una imagen familiar habitual y recurrente. Mamá Babai y su hermana pequeña (ellas también son cuatro como nosotras aunque les falta el chico en medio) aprendieron a hacer punto de su madre, la abuela Dolores, siendo muy pequeñas. A mi abuela le encantaba pasarse las horas tejiendo punto en forma de ropa de bebé: chalecos, patucos, mantitas... Muchos de los que nos rodean han tenido la fortuna de recibir algunos de estas maravillas al convertirse ellas mismas en mamas. Pues bien, esa tradición la han heredado sus hijas y está claro que les acompaña el mismo talento.


Nuestra Tía y Mamá Babai

Ahora bien, hasta ahora tejer el punto, la ropa de bebé y esas laboriosas canastillas completas han sido un hobby más de la familia, compartido en forma de regalo con muchos de los que nos rodean, al igual que ha sucedido con la cocina o la decoración, algo normal y típico en nuestra familia, que puede incluso que no te plantees la suerte de tenerlas porque están ahí y simplemente disfrutas. Así que ellas han seguido tejiendo patrones, haciendo pruebas y guardando entre sabanas sus modelos, en ese baúl del punto, a la espera del próximo bebé de esta nuestra gran familia. 

Sin embargo, son bastantes las personas que se nos han acercado a comentarnos lo afortunadas que somos al contar de primera mano con algo que en el mercado gusta mucho pero se vende a precio de oro, a veces acompañado de una calidad cuestionable. Así pues, a raíz de los tantos y tantos comentarios, y con su aprobación cien por cien asegurada, hemos querido compartir un trabajo del cual creemos deberían sentirse orgullosas. Es un oficio que acarrea dolores de espalda, cansancio en la vista y requiere tesón y buena mano, pero que disfrutan y les gratifica enormemente. A veces incluso comentan con pena la pérdida de esta tradición (en parte por nosotras ya que aunque lo hemos intentado, ninguna hemos puesto empeño en este quehacer), y la dificultad de muchos por encontrarlo. Es por este motivo por el que han decidido ponerse al servicio de todos aquellos que queriendo disponer de algunas de estas cosas se ven limitado en sus opciones de búsqueda por inexistencia, mala calidad o elevado precio.



Bata de punto y piqué rosa

Si os gusta ya sabéis, ellas desde Babai os estarán esperando! Y aunque lo que os hemos contado no está estrictamente relacionado con nuestra actividad, es algo que no queríamos dejar pasar. A disfrutarlo!

El Cordel de Babai

4 comentarios:

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