A veces ocurre, cuando salimos a bichear por ahí, que encontramos cosas que no siendo a primera vista un perfecto detalle de decoración, somos capaces de ver el potencial que hay detrás de todo ello.
Esto
nos paso con una bici estilo vintage, con un hermoso canasto con un
millón de posibilidades que nos enamoró, pero cuyo color cobre apagado y
el marrón excesivamente oscuro del canasto no terminó de convencernos.
No
obstante no quisimos dejar pasar la oportunidad de llevárnosla y nos
dijimos, si lo que no nos gusta es el color, ¿Porqué no la pintamos?.
Fue dicho y hecho. La bici se fue con nosotras y el siguiente paso fue
buscar la pintura. Nos aconsejaron el uso de pintura en spray por su
facilidad de manejo y nos centramos en el color. Queríamos algo claro,
luminoso, el cual pudiese ser utilizado en cualquier evento, fuese cual
fuese el ambiente del mismo. Así que nos decidimos por un gris perla,
perfecto para nuestro propósito.
El
resto tuvo mucho de papel de periódico, mascarilla (obligatoria, la
pintura puede ser muy tóxica), un espacio amplio para poder trabajar sin
problemas y otra visita a la tienda de pinturas ya que hizo falta un
segundo bote para rematar la faena.
El
resultado sinceramente fue el esperado. La estrenamos en la comunión de
Lola, y llenamos el canasto de rosas de color rosa que le dieron el
toque perfecto para completarla.
Desde el Cordel de Babai, esperamos que os guste!
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